Para
profundizar más sobre el tema de los factores que favorecen la aparición del
cáncer, es importante conocer más sobre nuestro sistema inmune, exceso de radicales libres, déficit de vitamina D, procesos
inflamatorios, hiperglucemia, angiogénesis y acidez extracelular.
Nuestro
sabio organismo está perfectamente vigilado por un ejército que constantemente
está atento a cualquier ataque por parte de virus, tóxicos,
bacterias o agentes químicos. Este es
nuestro sistema inmune conformado por los macrófagos, natural
killers, linfocitos, monocitos y neutrófilos, todas estas son las células inmunitarias.
Las Natural Killers (NK), “obligan a las células cancerígenas a
suicidarse”. Las NK, al encontrar una célula cancerígena, la rodean,
y activan en ella los mecanismos de autodestrucción que poseen todas las células y así garantizan que el
cuerpo humano no se invada de células cancerígenas. Pero, cuando nos sometemos
principalmente a elevados niveles de estrés,
una alimentación inadecuada llena de
grasas, alimentos procesados y azúcares, malos hábitos, falta de ejercicio y estilos de vida poco saludables llenos de
sentimientos negativos como la depresión, el miedo o la angustia y aislamiento
de la sociedad, el sistema inmune tiende a deprimirse y por lo tanto la acción
de las Natural Killers permiten la progresión del cáncer. Para fortalecer el
sistema inmune se hace necesario una alimentación sana, rica en frutas, verduras, semillas y frutos
secos, adoptar estilos de vida saludables como la meditación, la actividad
física regular, practicar actos de generosidad, confianza, tolerancia, aprender a resolver los
conflictos de manera más amigable y justa y participar en actividades sociales.
Todos estos aspectos en su conjunto hacen que se estimule y fortalezca el
sistema inmune y por lo tanto funcione adecuadamente, identificando las células cancerígenas e induciéndolas
a la apoptosis.